Al publicar nuestra revista un artículo sobre la historia del Instituto La Rosaleda, no podíamos dejar de dedicar un recuerdo emocionado y agradecido a quien fue un gran amigo, un magnífico profesor y un científico ejemplar.

Tomás Hormigo Rodríguez nació en Estepona el año 1945. Tras terminar los estudios primarios en el colegio Simón Fernández, por sus buenas calificaciones y por ser hijo de agricultor, fue becado por la Cooperativa Agrícola de Estepona para continuar estudiando en la Escuela de Formación Profesional “Francisco Franco” de Málaga, en donde tras el Prepara-torio y tres cursos más terminó la Oficialía con el título de Delineante.

En 1963 entró en la Escuela de Peritos de Málaga, continuando su residencia en la Escuela de Franco , como entonces se conocía al actual IES  La Rosaleda, ya que era una forma de ayudar a los mejores alumnos a continuar sus estudios.

Tras 1968 hizo el Servicio Militar en Granada, que aprovechó para iniciar la carrera de Ciencias. Pasó después una temporada a Londres para perfeccionar su dominio de la lengua inglesa, trabajando como mozo en el hotel Rembrandt. Él recordaría esta estancia como muy fructífera sobre todo porque, aprovechando que los museos eran gratis, muchas tardes las pasaba en el cercano Museo de Ciencias, en donde, según sus propias palabras, debió comenzar a rondar su mente la creación en Málaga de un centro en el que se divulgase el saber científico.

En 1973 fue socio fundador del Centro Cultural de Estepona, foro importante durante la transición política. Aquí ocupó diversos cargos en la Junta directiva: vocal, secretario, presidente… colaborando activamente con otros socios en las conferencias, debates, actividades culturales, hasta que dicho Centro se disolvió en 1983.

En 1990 fue principal promotor de la Asociación Cultural Faro de Estepona, cuyos objetivos eran fomentar el diálogo y el contraste de opiniones, así como defen-der la libertad de expresión y el derecho a difundir y recibir una información objetiva. Ese mismo año entró como profesor en la Escuela de Franco, en donde fue muy apreciado por los alumnos. Posteriormente fue nombrado responsable de Extensión Cultural. Creó el Cine Club, el Club Ecologista y los inicios de lo que después sería el Club Científico.

En 1982 ingresó en la Sociedad Malagueña de Astronomía, en la que impartió conferencias. Dos años después, en 1984, fue el artífice de un péndulo de Foucault de once metros de altura, que se instaló en el hueco de una de las escaleras del Instituto La Rosaleda, del que fue nombrado poco después Secretario. A partir de 1985 fue pionero en los programas de intercambio con centros extranjeros, desarrollando tres con Dinamarca y uno con Inglaterra.

En el curso 1987-88 y gracias a una subvención de la Junta de Andalucía, logró que se celebrara la Primera Semana de la Ciencia, cuyas sucesivas ediciones fueron dieciséis, y bajo su dirección se construyeron numerosos modelos que permitían experimentar diversos principios científicos, que actualmente se encuentran en el Museo Principia de Málaga. Desde 1988 fue, salvo cortos períodos, Jefe de Departamento de Física y Química del IES La Rosaleda, y en 1992 fue elegido Director del mismo.

Tomás Hormigo publicó diversos libros:  Las Medidas del Universo , English in the Polytechnic, Book 1 y 2 , junto con Roberto J. González,  Datos de Física y Química, versión española del danés, junto con José María Chao y Vicente Moreno, El Club Científico, acercando la Ciencia a los Jóvenes, Introducción a la Historia de la Física y 508 Problemas de Física con ayudas y soluciones, éste con Diego Gaete y Luis Tudela. En 1993 se casó María Teresa de Carranza Paris, también Profesora de Instituto. Aquél mismo año obtuvo la Cátedra de Física y Química con el número uno de su promoción.

Tomás Hormigo fue invitado por el Experimentarium de Copenhague y a una reunión del ECSITE (Asociación Internacional de Museos de Ciencias) como asesor científico para el proyecto de creación en Torremolinos de una extensión del citado centro danés, proyecto que no llegó a ser realidad.

Muestra de la calidad científica de sus trabajos es que en el año 2008 el Museo de Ciencias Príncipe Felipe  de Valencia reeditó su libro Las Medidas del Universo.

El 28 de mayo de 1993 en el Aula Magna del IES La Rosaleda de Málaga se presentó oficialmente el  Museo Escolar de Ciencia y Tecnología, y un año después organizó una exposición en el Parque Tecnológico de Málaga, que fue la culminación de las Semanas  de las Ciencia celebradas hasta entonces. En este mismo año nació su hijo Tomás, y tres años después Pablo.

Desde 1998 fue miembro fundador del Centro Cultural Estebbuna, en donde impartió diversas conferencias, organizó diversas actividades científicas y consiguió que  personas de gran prestigio científico como Juan Pérez Mercader, Manuel Toharia, Francisco Rubia o Teodoro Vives impartieran distintas conferencias en Estepona.

Su pasión por la Ciencia y por la difusión del conocimiento le llevó entre otras múltiples actividades a redactar el anteproyecto de un Planetario, de un Centro Astronómico y de un Constelario (algo completamente original), con el fin de que pudieran construirse en Estepona.

Pero su inesperada muerte el 12 de mayo del año 2004 impidió que sus muchos proyectos pudieran convertirse en realidades.

En noviembre de 2005, por acuerdo unánime de los profesores del IES La Rosaleda, se inauguró en el Centro Principia de Málaga la sala Tomás Hormigo.

En enero del 2007, en recuerdo de quien fue un profesor excepcional por sus conocimientos y por su entusiasmo en difundir la Ciencia, la Asociación de Madres y Padres de Alumnos del Instituto La Rosaleda de Málaga fue registrada con el nombre de Tomás Hormigo.

En recuerdo y homenaje a su labor y a su bonhomía se han escrito estas líneas.

Escrito de D. Manuel Olmedo aparecido en el número XX de la Revista Péndulo (2009)