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- Escrito por Francisco Román Rueda.
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Han pasado diecisiete años desde que nos conocimos y parece que fue ayer. Recuerdo aquellos tres años de clases amenas, activas y divulgativas que como nadie sabías impartir.
Acudíamos entusiasmados a las reuniones del Club Científico Albert Einstein, al que tantos momentos le dedicaste. Cuantos buenos ratos pasamos en Los Montes de Málaga observando las estrellas y aprendiendo de tus charlas. Hoy las noches en las que el cielo está lleno de ellas, busco todas aquellas que nos enseñaste y sé que por allí estarás tú en lo más alto.
Tengo que agradecerte todos los esfuerzos que hiciste por mejorar la enseñanza, por hacemos partícipes de tus ideas y por contar con tus alumnos para llevar a cabo tus proyectos. Recuerdo cuando me mostrabas los primeros planos del edificio que querías proyectar para el Museo Escolar de Ciencia y Tecnología, era uno de tus grandes objetivos y, como no, lo hiciste realidad.
Nunca olvidaré como dedicabas tu tiempo altruistamente a nosotros, tus alumnos y amigos. Nos sentíamos orgullosos cada vez que te entrevistaban en los medios, para dar a conocer tus creaciones a la sociedad.
Recuerdo gratamente cuando nos poníamos a trabajar en la Semana de la Ciencia, otro de tus grandes logros. Los alumnos nos llenábamos de satisfacción al ver la gran aceptación que tenía y la cantidad de visitas que se recibían.
Cada vez que necesitaba tu opinión, aportación o presencia, acudías encantado, dando ejemplo de entereza y amistad.
Jamás olvidaré nuestro último encuentro. Fue un momento muy especial y a la vez duro para mí. Ahora solo puedo pensar que allá donde estés seguirás ampliando y compartiendo toda tú sabiduría como te gustaba hacer.
Solo logramos obtener el máximo provecho de la vida si obtenemos el máximo provecho de cada momento, tu vida estuvo llena de ellos, y lograste aprovecharlos al máximo; por ello eres una persona plena, culta, segura de sí misma, simplemente eras y seguirás siendo una gran persona.
Como dijo Charles de Gaulle "Jamás se conseguirá nada sin grandes hombres, y Los hombres sólo son grandes si tienen la determinación de serlo". Tú conseguiste grandes logros y tuviste la determinación de ser grande, nosotros tuvimos la gran suerte de encontrarnos contigo en tu camino. Siempre estarás presente en nuestra memoria, porque las grandes personas nunca se olvidan.
Francisco Román Rueda.
Antiguo alumno del Instituto ES La Rosaleda