Tomás Hormigo fue el creador de el Club Científico Albert Einstein, dentro de las actividades del Instituto "La Rosaleda" de Málaga y que fomentó el interés por las ciencias entre los alumnos del centro.

El siguiente texto está extraido de el libro "El Club Científico Albert Einstein, acercando la ciencia a los jóvenes", escrito por el propio Tomás Hormigo en 1997. Con palabras sencillas, nos aclara el nacimiento del Club dentro de las actividades extraescolares del instituto. Para más información, visita www.clubeinstein.es.org.

 Portada de el libro

La experiencia del Club Científico “Albert Einstein”

"A finales de los setenta, el que esto escribe estaba encargado de diferentes actividades culturales en el actual IES “La Rosaleda” de Málaga. Un librito que casualmente llegó a mis manos me dio la idea de crear un Club Científico que se unió al Cine Club y al Grupo Ecologista que, creo recordar, ya estaban funcionando o a punto de hacerlo. Los alumnos eligieron el nombre de Albert Einstein tras barajar otros nombres no menos meritorios pero, quizás, menos populares. Durante algún tiempo, la única actividad importante del Club fue la Astronomía, gracias a un telescopio refractor de 60mm que costeó la Asociación de Padres de Alumnos en el curso 1980-81 y que nos permitió contemplar los anillos de Saturno el mismo día en que estrenábamos el aparato; aquello provocó una reacción de sorprendente entusiasmo entre el pequeño grupo de alumnos que aquella noche subió a los Montes de Málaga."

"El IES “La Rosaleda”, sede del Club Científico “Albert Einstein”, es un “macrocentro” que hoy Cuenta con más de dos mil alumnos y cerca de ciento ochenta profesores. Este abultado número de docentes se explica por la complejidad de las enseñanzas que en él se imparten así como por los diferentes programas de integración que se llevan a cabo. Esta complejidad de las enseñanzas ha sido una suerte para el Club Científico pues se ha beneficiado, nada menos, que de las posibilidades y recursos que pueden ofrecer nueve especialidades diferentes de formación profesional: madera, electricidad, electrónica, delineación, administrativa, artes gráficas, hostelería, automoción y metal. Más envidiable aún: hasta hace pocos años, disponíamos en el Centro de una pequeña plantilla de mantenimiento. Prácticamente todos los talleres han colaborado alguna vez con el Club Científico y, de no ser por esta circunstancia, lo que hemos conseguido hoy se habría reducido a un simple proyecto."

Tomás Hormigo Rodríguez